A menudo, lo que nos impide resolver nuestros problemas es que buscamos soluciones basadas en un razonamiento erróneo, una mala interpretación o comprensión de la situación en la que nos hallamos. Por otra parte, acostumbramos a buscar explicaciones (¿por qué tengo este problema?) en vez de buscar soluciones (¿cómo puedo resolverlo?).