La radiactividad está en nuestro planeta desde que se creó hace unos 4500 millones de años; pero nos hemos dado cuenta de su existencia hace poco más de un siglo. Está por todas partes: en la tierra, en las rocas, en el suelo que pisas, en los alimentos y en el aire que respiras. Tú mismo eres radiactivo. Por si fuera poco, también funcionaron reactores nucleares naturales hace millones de años. Pero, ¿qué es la radiactividad? ¿Quién la descubrió? ¿Cómo nos dimos cuenta de que existía? ¿Por qué Marie Curie es un personaje tan importante en este campo? ¿Por qué hay uranio en la naturaleza? ¿Qué es un isótopo y cuántos de ellos son radiactivos? ¿Son unos más peligrosos que otros? Sabemos que es peligrosa, pero ¿en qué condiciones puede hacernos daño? ¿Cómo nos protegemos de ella? ¿Cómo funciona una central nuclear? ¿Qué pasó realmente en Chernóbil? ¿Sabías que estaban haciendo un experimento en aquel tiempo? ¿Y que desde hace muchos años está prohibido construir centrales nucleares de ese tipo? ¿O que en España había una de ellas? ¿Sabías que hubo otros accidentes nucleares que pudieron ser tan graves como el ruso y que no hubo ningún fallecimiento, ni apenas contaminación al exterior, porque el diseño de la central era distinto? Esos accidentes, junto a las explosiones atómicas de Hiroshima y Nagasaki son la parte negativa de la historia de la radiactividad. Pero las radiaciones también tienen su parte positiva. Han dado más vida que muerte; son ampliamente utilizadas en medicina y, gracias a ellas, se diagnostican y se tratan millones de personas en todo el mundo. Además, tienen una infinidad de aplicaciones que te van a sorprender. ¿Sabes cómo es una bomba atómica? ¿Conocías que muchos e importantes científicos pensaban que nunca podría llegar a construirse? ¿Y que una bomba termonuclear es aún más peligrosa? La historia de la radiactividad y de los rayos X es fascinante, por lo que te sorprenderán algunas de las cosas que se hicieron al poco de descubrirse. Todo ello y muchas más cosas, las conocerás a través de este libro que tienes en tus manos que, por cierto, es radiactivo... como tú y como yo.