La tumba de Tutankamón, en el Valle de los Reyes, fue descubierta en 1922 por Howard Carter. Supuso el hallazgo arqueológico más increíble de todos los tiempos. El faraón niño había sido enterrado con el ajuar funerario más espectacular que podamos imaginar: más de cinco mil tesoros entre los que destaca su impresionante máscara mortuoria, con más de once kilos de oro puro y piedras preciosas. Este libro, escrito por los mayores conocedores del Antiguo Egipto, se adentra en una de las historias de la Arqueología más fascinantes jamás narradas.