La princesa Pétalo NO es lo que se espera de una princesa «perfecta». De hecho, es todo lo contrario. Sus vestidos de princesa están rotos y desaliñados, lleva un viejo gorro de lana en lugar de una corona dorada y es muy (muy) ruidosa. Por eso, cuando la princesa Pétalo conoce a un dragón que escupe fuego en una excursión por el bosque, ambos se llevan un buen susto.