Unas rimas increíbles y un final inesperado y tierno, una versión de un clásico infantil, la obra de la extraordinaria escritora y poeta Elli Woollard y del galardonado ilustrador Benji Davies. El gigante de Glotolandia incluye, además, un importante mensaje dirigido a todo el mundo: ¡no comáis niños, comed pasteles!