Deja de tratar a tu estómago como abono y comienza a tratarlo como un jardín. Adán lo tuvo fácil. Comió la fruta de los árboles y las hojas de las plantas. No había pasta ni hamburguesas ni pizza. Nuestra dieta moderna, con toda su complejidad, requiere más movimiento del que nuestros cuerpos sedentarios realizan, y acabamos pagando las malas digestiones con nuestra energía y nuestra longevidad. Cada estrés en el sistema digestivo es un peaje que nuestro nivel de energía diaria debe pagar y una amenaza para la salud a largo plazo. Cambia tus malos hábitos. Navega a través de tus comidas para conseguir una digestión óptima y mejorar tu salud. Este libro de Steve Meyerowitz describe la cantidad y la frecuencia con que debemos consumir los distintos tipos de alimentos, y nos ofrece una explicación biológica. Además, trata temas fundamentales como los tiempos de digestión, la masticación, las comidas que se deben evitar, la influencia de las emociones en la alimentación…