En 1916, un excéntrico magnate contrató a Elizebeth Smith, una joven maestra cuáquera y poetisa, para que encontrara los mensajes secretos que creía contenían las obras de Shakespeare. Elizebeth se trasladó a su lujosa finca on la esperanza de pasar el día estudiando libros antiguos. Pero los estrechos lazos del rico con el Gobierno y las urgencias de la guerra transformaron rápidamente su misión. Pronto aprendió a aplicar sus conocimientos a una nueva y apasionante empresa: descifrar mensajes secretos sin conocer la clave. Junto a ella trabajaba William Friedman, un científico judío que se convertiría en su marido y compañero de codificación durante toda su vida. En La mujer que rompió los códigos, Fagone relata la vida de esta extraordinaria heroína que desempeñó un papel fundamental en la historia, desde la Primera Guerra Mundial, la Ley Seca hasta su lucha contra el fascismo. Ayudó a atrapar a gángsters y contrabandistas, desenmascaró una red de espionaje nazi en Sudamérica y libró una batalla clandestina contra el Reich de Hitler, descifrando varias versiones de la máquina Enigma utilizada por los agentes alemanes para ocultar sus comunicaciones.