¿Podrían viajar unas ratas en el famoso barco R. M. S. Titanic y vivir las mismas experiencias que sus pasajeros? ¿Se ocultarían estos pequeños roedores pasando desapercibidos o pudieron llegar a confundirse con los legítimos pasajeros de esta archiconocida travesía? ¿Qué peripecias vivieron todos estos insospechados compañeros de viaje? ¿Qué destino corrieron? La historia la tenéis aquí, contada en estas páginas, y el final lo imaginaréis vosotros.