En este breve pero contundente ensayo, Thomas Bauer pone en evidencia que la intolerancia a la ambigüedad es el signo de nuestro tiempo. Muestra, además, las consecuencias si continuamos en este fatal camino de pérdida de diversidad.¿Qué tienen en común la desaparición de las variedades de manzana, la aparición de políticos en programas de entrevistas, el fundamentalismo religioso y el mercado del arte y la música?La diversidad se reduce en todas partes, lo inesperado y lo desajustado se rechaza. En lugar del contenido peculiar, hay una supuesta autenticidad: ya no es el "qué" lo que cuenta, sino solo el "cómo". En la actualidad, la complejidad, la pluralidad y la diversidad ya no se perciben como un enriquecimiento. La sociedad moderna ya no acepta ambigüedades, lo cual se traduce en una drástica reducción de opiniones o posiciones sociales.