Al morir su padre, Elinor y Marianne Dashwood no tienen más remedio que mudarse muy lejos de donde han vivido siempre, a una casita en el campo. Todo indica que sus vidas están a punto de sufrir cambios tan definitivos como inesperados para las dos. Elinor se ve obligada a separarse de su amado, mientras que Marianne conoce a un hombre encantador, pero muy poco recomendable, del que se enamora.