Dominika Egorova, capitana del Servicio de Inteligencia ruso, desprecia a los oligarcas, ladrones y matones de la Rusia de Putin. Pero lo que nadie sabe es que ella también trabaja para la CIA. Su entrenamiento en el arte del espionaje sexual complica aún más los riesgos mortales que debe asumir, al igual que su amor por su mentor Nate Nash, una lujuria compartida tan peligrosa como la traición. Mientras Dominika esquiva con pericia ser descubierta, trata con un jefe psicótico y criminal, sobrevive a un intento de asesinato e intenta rescatar a un doble agente arrestado, frustra los coqueteos amenazantes de Putin. El palacio de la traición es una historia «tan cinematográfica y con tanto suspense como la mejor película de espías» (The Philadelphia Inquirer). Una trama tan original y verosímil que, de hecho, es improbable que esta novela pueda ser publicada en Rusia.