En Estados amurallados, soberanía en declive, Wendy Brown reflexiona sobre la proliferación de muros en una época en la que se han intensificado los poderes transnacionales y la conectividad global. Según Brown, los nuevos muros marcan los límites, existentes o deseados, de los Estados nación, pero no llegan a constituirse en fortalezas contra ejércitos invasores y, ni siquiera, en manifestaciones de la soberanía nacional. Más bien, consagran la misma corrupción fronteriza que quisieran impedir y representan, de forma teatral, una soberanía que ha entrado en una crisis irreversible. La distinción entre interior y exterior en la que se basa el concepto de soberanía es cada vez menos sostenible. La penetración se hace la norma, y esta se puede administrar y democratizar o bien negar e instrumentalizar violentamente. Mediante una aguda combinación de las teorías políticas modernas más significativas con un preciso análisis histórico, político y económico, este ensayo proporciona una nueva perspectiva sobre el vallado de los Estados nación, como un fenómeno característico de la contemporaneidad. «Provocativa, pero convincente, la conclusión de Brown es que la importancia de los muros no reside tanto en su (dudosa) eficiencia como en su (ostentosa) visibilidad.»"