Más allá de las crisis mundiales, guerras, pandemias, desastres ecológicos y catástrofes naturales, parece que la tierra da señales incontestables de socorro. La naturaleza en todo su conjunto de seres y biodiversidad lanza en estos tiempos una llamada al ser humano pidiendo un gran cambio en nuestras conciencias. Estamos asistiendo a una movilización colectiva que ha decidido abandonar el materialismo consumista para volver a la dimensión espiritual y sagrada que nos une tanto al ser interior como al ser de nuestro planeta. Esta integración con las fuerzas poderosas de la madre naturaleza es un movimiento etico y social soportado por los valores ancestrales del chamanismo, una filosofía universalista que se aferra a las leyes del cielo y de la tierra, a los ciclos del tiempo, a las influencias de las estrellas y a la energía que circula y se mueve entre todos los seres, viendo en cada uno una esencia sagrada y luminosa.